lunes, diciembre 30, 2013

Cerramos el 2013.
¿Dónde estamos?  ¿De dónde venimos?  ¿Qué buscamos? ¿Qué causas hemos defendido?
¿De qué madera estamos hechos? ¿Algo hemos aprendido del pasado? ¿Nos seguimos tropezando con la misma piedra?
Hacemos las cuentas reglamentarias y el resultado se parece demasiado a las anteriores. Demasiada pobreza, demasiada injusticia, demasiado dolor. El neocapitalismo nos devora. Año tras año, la riqueza se acumula en menos manos mientras la pobreza se expande inmisericordemente. Pero,  esto se había anunciado. El capital, libro de Carlos Marx, oráculo del socialismo  cumple 146 años.
Hace 45 años del movimiento mundial de jóvenes en contra del establishment, estaban hartos de las decisiones del dueños del mundo que no dejaban que el poder se escurriera fuera de sus manos. Hace 45 años del’68 de Francia, de Inglaterra, de los Estados Unidos, de Alemania, de México. Hace dos años del inicio del movimiento ( M-15)  de los Indignados, jóvenes en todas partes del mundo, que están hartos de lo mismo.    
Hace 107  años de la huelga de Rio Blanco, 106 de la de Cananea, 103 del inicio de la revolución Mexicana, pero pocos se han enterado. En México y en alrededores la explotación humana (y el cinismo que suele acompañarle) gozan de buena salud. Hace 19 años del levantamiento del EZLN y que leímos los comunicados del subcomandante Marcos
Hace 56 años de la muerte de Gabriela Mistral . También se llamó Lucila Godoy. Su poesía iluminó  el basto territorio latinoamericano.
Hace 71 años, que Cassius Clay se negó a ir a Vietnam. Cambió su vida, su nombre por Mohamed Alí, y la historia del box.
Hace 56 años  murió Pedro Infante. Aun hay quién suspira cuando le escucha cantar.
Hace 51 años murió  Marilyn Monroe, hace   46 años   Vivien Leigh ,  hace 31 María Callas,  26  Rita Haywoth e Ingrid Bergman,  hace 21 Malene Dietrich.
“Por qué discutir por cosas que podemos arreglar a golpes” decía mi amigo Arturo.  El lema lo hemos aplicado con toda puntualidad lo mismo entre vecinos, entre partidos  políticos que entre países.
Hace 77 años del inició de la Guerra Civil Española, y hace 38 que terminó la dictadura Franquista. El “Guernica” de Picasso este año cumple 76.  Antonio Muñoz Molina, Javier Cercas, Almudena Grandes, José maría Gironella, Antonio y Juan Goytisolo (entre muchos otros, siguen escribiendo las historias de esa Historia). Quizá no habrá manera de escribirlo todo, de recordarlo todo, de saberlo todo, pero esto, poco importa porque cada memoria, cada recuerdo cuenta.
Este 2013 se cumplen  99 años de las Guerras de los Balcanes, y el año entrante se cumplirán cien de la Primera Guerra Mundial, 74 del inicio de la 2ª.
Hace 97 años de las batallas más sangrientas en la historia humana: Verdúm y el Somme.
No puedo mencionar la segunda guerra mundial sin decir que el Muro de Berlín que partió al mundo en dos, duró vigente 28 años.
Hace 31 años que junto con mis amigos Arturo ( el del lema de “ por qué discutir..,”), Eduardo y Pepe, fui a ver Star Wars, episodio IV.
Hace 33 años que leí por primera vez “El Señor de los Anillos” de  J.R.R. Tolkien.
Hace una semana vi la segunda parte de “El Hobbit” en la versión de Peter Jackson. Nada como Tolkien en blanco y negro.
Hace 16 años murió Jacques Cousteau.  No sé cuanto de lo que sabemos del mar y sus secretos se lo debemos a él y a su Calipso.
Hace 106 años nació Frida Kahlo. Diego Rivera murió hace 56 años, José Clemente Orozco , hace 64 y David Alfaro Siqueiros hace 39.
William Faulkner nació hace 116 años, y Miguel de Cervantes nació  hace 466.
Bram Stoker murió hace 101 años ( su Drácula , como era de esperarse,  sobrevive).
La revolución cubana inició hace 54 años encabezada por Fidel castro, Camilo Cienfuegos, y Ernesto “El Che “ Guevara, quién muriera, haciendo revoluciones, hace 46 años en Bolivia. Este año se cumplieron 51 de La crisis de los misiles que enfrentara a J.F. Kennedy y Nikita Kruschev y Fidel Castro.
Hace 50 años de la publicación de “Rayuela” y 46 de “Cien años de Soledad”.
Hace 156 años que se publicó “Madame Bovary”, hace  151 que Víctor Hugo publicara “ Los Miserables”, 141 que murió Charles Baudelere,  121 que nació Herman Hesse y tenemos 53 años sin Camus, 33 sin Sartre y  27 sin la que fuera su mujer, Simone; van tres años sin José Saramago, uno sin Carlos Fuentes.
Hace 263  años murió  Johan Sebastian Bach,  hace 186 Ludwig van Beethoven,  166 Felix Mandelssohn, y 76 que murió George Gershwin. Bela Bartok muere hace 68 años y Mstislav Rostropovich (y su cello imbatible) murieron hace 6 años.
Hace 51 años del primer disco de los Beatles (Love me do)  y 43 del último (Let it be). Nos quedamos sin Lennon hace 33 años, sin Harrison hace 12;  sin Louis Amstrong hace 42 y sin Ella hace 17, y llevamos 15 sin Sinatra.
Hace 111 años que Gustav Mahler le escribiera a Alma, su amada, la quinta sinfonía que incluye el Adagietto de amor, más bello jamás compuesto, y hace 53 que Pablo Neruda escribiera, para Matilde Urrutia sus 100 Sonetos de amor.
Hace 36 años que las madres de desaparecidos durante la dictadura militar en Argentina comenzaron a reunirse en la Plaza de Mayo para reclamar el regreso de sus desaparecidos.
Hace 45 años de la matanza de jóvenes en la Plaza de las Tres Culturas. 
Hace 24 años de la matanza de jóvenes en la  Plaza de Tian’ anmen.
La Guerra de Viet Nam, que pusiera en jaque a medio planeta,  terminó hace 38 años.
Hace un año se encontró la partícula de Higgs.
Este año cumplí 58 de edad y van tres de mi operación a corazón abierto.
Hace trece años que publiqué mi primer libro, y hace 28 que escribí mi primer artículo para  “El Mexicano”; hace 26 años que hago radio y el más reciente fue el miércoles pasado.
Este año me consolidé como lector de Roberto Bolaño y terco lector de Sabines, Neruda , Becerra y Cortázar. Bolaño este 2013, cumplió 10 de su muerte, Sabines 14, Neruda 40, Becerra 43 , Benedetti 4 y Cortázar,29. Este año, Silvio Rodríguez cumple 67, Eduardo Galeano  73 y Joan Manuel Serrat, 70 y su amigo Joaquín Sabina, 64.
Miro el mundo, leo el mundo, escucho el mundo y la cosa no ha cambiado mucho. Nos aferramos a la esperanza, a la utopía, al arte, a la búsqueda, al misterio.

Según mis cuentas, hace 43 años (a los 15)  que escribí mi primer poema, hace 28 publiqué mi primer artículo, en el periódico, y hace 13 mi primer libro. Mi pluma sigue goteando.    

sábado, diciembre 21, 2013

El tiempo que viene


Prendo la computadora.
De tiempo en tiempo recuerdo el tiempo en que escribir era sacar la máquina portátil, ponerla sobre la mesa del comedor, ponerles las hojas sándwich (con el papel carbón en medio), ajustarles horizonte, la línea media. Luego teclear con esa mezcla entre firmeza y pausa,  cuidando el error (era un monserga corregir los errores, corrector en ambas hojas). Recuerdo. Aún tengo artículos de esos  ayeres. Tiempo. No recuerdo donde quedó la Olivetti, y trato de recordar el hombre que la usaba.
Cotidianidad.
Escucho en el reproductor de discos compactos el Cello  bajo el dominio absoluto  y esa misteriosa sensibilidad (el arte siempre será un misterio ) de  Pablo Casals.
Casals. Mucho antes  que Yo Yo Ma, antes que Rostropóvich, antes que Sara Sant Ambrogio. Todos  después de Bach.
Esta es mi Cotidianidad. Computadora, lap top, discos compactos, los portales de la red con música inimaginable. De radio  de transistores a la omnipotente red.
Este es el tiempo que me tocó vivir.

Nací en 1955, en julio, en domingo, a las 10 de la mañana. Tengo (claro) 58 años y el reloj sigue (tic tac) corriendo. A estas alturas  se han acumulado en un servidor una buena cantidad (y calidad) de gustos, peculiaridades, obsesiones, delirios, querencias. La música, la literatura, la Historia. Los hombres y los pueblos somos entes históricos,  nuestra memoria para nuestro bien y  nuestro mal va con nosotros, vive con nosotros, es nosotros, quizás, no quizás,  es un hecho,  nos sobrevive.

Hoy hago radio una noche por semana y me recuerdo a los 4, 5, 6, 7 años  escuchando un programa de radio matutino que transmitía la XEW en la ciudad de México.
Yo tenía seis años, asistía a la primaria a unas escasas cuadras del Parque de Beis Bol del Seguro Social. Ahí jugaban Los Diablos y Los Tigres. En aquel entonces,   era el Barza y el Madrid, el Bocca y el River, el Millan y la Juve. Batallas campales.

Hoy de tiempo en tiempo miro por la televisión el estadio de ciudad universitaria, y me recuerdo en medio de sus gradas, me miro en él, me siento  él. Tengo siete, ocho, nueve años y mi papá me lleva a los juegos donde el Atlante (¡ Ah por que mi papá el Atlante y Horacio Cazarín y luego el Manolete Hernández, y Rafael “el wama ” Puente); y ya instalado en el recuerdo, los camiones a la salida del estadio de C.U. primero, y el “Azteca” después en mañana de domingo para luego  llegar a casa de mi abuela Elena a donde mi mamá y mis hermanos  y mis  tíos y  primos  compartíamos la barbacoa reglamentaria del domingo. Hoy,  50 años después,  basta una imagen, el pase de Xavi a Iniesta, la pelota en los pies de Messi, para detonar el recuerdo de las tardes de futbol con mi papá en el “Azteca”.

Somos nuestra historia. De ello no me cabe duda. Como también somos nuestra decisiones de cambio, nuestras revoluciones internas o personales, nuestro ejercicio de la libertad, nuestra imaginación.

Esta manía por la historia, por el recuerdo,  desemboca irremediable de tiempo en tiempo en alguna nostalgia, sin embargo es una realidad que estas imágenes, estas voces de ayer, en particular en los momentos difíciles  me han ayudado a recuperar o redefinir el sentido de vida  de  este hombre que ahora soy.

Claro que hay nostalgias para todo. A esta edad, hay mucho que rememorar. Rememoramos lo que recordamos, lo que sabemos está ahí, en el baúl de las historias recordadas y las olvidadas (porque ero no faltan sorprendentes asaltos a la razón cuando aparecen, de quién sabe dónde, recuerdos perdidos, historias que creíamos olvidadas, nombres, lugares, rostros que no tenemos la menor idea de dónde estaban y que nos regresan fragmentos, capítulos enteros de nuestra historia). Rearmamos el rompecabezas. Nos rearmamos a nosotros mismos.

Reaparecen entonces, viejos amigos, noches que se despliegan ante nuestros ojos recordándonos su existencia, canciones que musicalizaron nuestros primeros amores (y los segundos , los  terceros, los  cuartos),   libros que despertaron nuestra primera imaginación, conciencia o nuestra indignación.

Me doy cuenta, entonces, que en realidad no hay olvido. Hay cosas mal acomodadas. Recuerdos que no sabíamos dónde los habíamos puesto, pero cualquier día, cualquier tarde, como suele ser en nuestra cotidianidad, buscando otra cosa, es que aparecen. Es entonces cuando nos asaltan 20, 30 años de nuestra historia.

Es entonces que miramos las cosas desde cierta distancia, y la vida, ese absurdo de horas y horas, parece cobrar sentido, aparece cierto orden. Algo entendemos.





Algo.
Entiendo por qué no me saben igual los bisquets de ahora, que los que comía  en el café de Chinos de Álvaro Obregón; por qué tiene su encanto el LP sobre  ituns;  por qué el Atlante a las 12 de domingo en el Azteca; por qué la barbacoa en casa de la abuela Elena ; por qué el mar de Veracruz y el café de La Parroquia no son sustituidos por el mar de Ensenada; por que la Olivetti tiene ese ascendente sobre esta lap top.

Algo entiendo.

No entiendo los feminicidios;  la masacre ecológica; la depredación de la esperanza; la creciente soledad humana;  el cinismo de la clase política;  el desprestigio del amor; la actual pobreza del espíritu humano; el exceso de ruido; la prisa por llegar a ningún lado; esta premura por morirnos en vida.      

Pero, qué quieren, sólo tengo 58 años, muy joven para entender estas cosas; o demasiado viejo para acomodarme al cinismo.


Viene más vida por delante, el tiempo que viene será (como siempre) un bello misterio tan indescifrable como absurdo,  que me tomará, uno nunca sabe, escribiendo, tomando un café o mirando jugar al Barza. 

lunes, diciembre 16, 2013

La vida   en  momentos parece que se nos va de las manos.
No es fácil contener entre los dedos un momento, una imagen, un suspiro, una palabra.
Pero nos resistimos a la fragilidad, al destiempo, a la distancia.
Como nos resistimos al vacío, al silencio, a la muerte.
Queremos por sobres todas las cosas,  lo improbable, lo inasible, lo inalcanzable, lo eterno.
Pero la eternidad es un acto de amor.
Soy el lugar donde nace el eco de  tu nombre.
Soy la piel que es memoria de  tu caricia.
El recuerdo de tu vida esta resguardado en mi memoria
Mi vida, te  lleva a ocultas donde va.

Y cuando alguien me recuerde a mí; te recordará.

viernes, diciembre 06, 2013


El tiempo.
La vida.
Nada vuelve. Bien lo sé.
El río de Heráclito,
el cosmos que inagotable se expande.
El tic tac inmutable, impasible.
El viento, las nubes que se disipan y no vuelven.
Lo sé.
Pero hay tardes, alguna noche
en que un deseo tan imposible
como improbable se cuela entre mis horas.
Terquedad, nostalgia, esto no lo sé,
Pero quizá lo sé.
Mirarte, otra vez,  por  primera vez.
Mirarte mirándome, otra vez,  por primera vez,
besarte, sentirte, penetrarte, escucharte decir
tu nombre, mi nombre
 por   primera vez.
Asombrarme, ilusionarme, desearte,
soñarte como si sólo  hubiera,  una vez.