Bach, tocata en C menor, BWV 911.
Hace falta genialidad en la composición y
virtuosismo para la interpretación.
La primera versión que escuché fue hace,
quizá hace 25 o 30 años. Aquel tiempo en
que dedicaba buena parte de mis ingresos a la compra de música. En el piano Martha Argerich. La interpretación parecía
imbatible. Cada nota, es decir cada tecla, en su aparente individualidad
danzaba entre las que le acompañaban. Una
edición de la Deutsch Gramophone. Long Play, es decir un LP, que escucho aun de
tiempo en tiempo en un tocadiscos que reproduce lo mismo el talento de la
Argerich, que el scrach reglamentario del vinil.
Ahora, mientras escribo estas líneas,
escucho la misma Tocata, en la versión
de David Fray, que se encuentra en un portal de música en la red. No hay
scrach.
No es fácil entender la “sombra” humana. Al
menos, no para mí. Hace unos días, visitando una librería de la ciudad encontré
un libro extraño. Una obra de lujo en su edición. El sólo título llamó mi atención:
“El libro Negro”. Los autores, de hecho
son editores, dos rusos, Vasili Grossman
e Ilya Ehrenburg.
No compré el libro. Venía cubierto por una
envoltura de plástico que no me atreví a romper. Anoté el nombre de los autores
y el libro y llegando a casa busqué en la red. “El libro negro” recoge los
testimonios de los sobrevivientes - de sus familiares en otros casos- judíos al exterminio alemán durante la
invasión nazi a Rusia, en la segunda guerra mundial. Un libro que pudo ser publicado poco más de 30
años después de ser completado el original. He leído, en la red, desde la historia
del libro mismo, como algunos de los testimonios. Los relatos no dejan duda de
la extrema crueldad humana. Las historias sólo se comparan ( es, espero que se
entienda, sólo una forma de decirlo) con las historias de los judíos asesinados
en la propia Alemania nazi, o quizá con los relatos de quienes fueron testigos
de la conducta de los militares argentinos, chilenos, uruguayos, paraguayos en
la década de los setentas, durante las dictaduras.
Recuerdo las denuncias de Fray Bartolomé de
las Casas, sobre la crueldad extrema de los soldados españoles en contra de los
indígenas allá entre los finales de la conquista y los inicios del virreinato.
“El otro”, “ la otredad” , despierta lo
peor de nosotros. Suma de miedo, encono, ira irracionales desatados.
Vasili Grossman escribe una novela “ Vida y
destino” que inicia relatando la vida en un campo de concentración, de
exterminio.
Termino.
Bach, partita no. 6 BWV 830.