1ª versión
Un poco de tiempo, sólo un poco. Abrir la ventana del estudio.
Ver pasar las nubes. Se cuela el frío en la incipiente mañana. Está decantando
invierno. Sentirlo en las manos, en el rostro. Pensar entonces en la tibieza
probable de tu cuerpo. Quizá un café. Buscar el agua, el frasco, el filtro,
encender la cafetera. Escuchar. Escuchar. El café y su aroma se decantan como
el invierno.
Buscar a Yo Yo Ma en el celular. El Cello, con su memoria de
Bach a cuestas, invade mi estudio. La taza de café humeante está sobre el
escritorio. Una escasa tibieza me recuerda la otra, la que se decanta de ti.
Dejo la taza. Tomo la pluma. Abro el cuaderno. Dejo que mis dedos piensen en
ti.
2ª versión
Un poco de tiempo,
solo un poco. Abrí la ventana del estudio. Vi pasar las nubes. Se coló el frío en la incipiente mañana. El invierno se decantó.
Lo sentí en las manos y en el rostro. Pensé entonces en la tibieza probable de
tu cuerpo. Quizá un café. Busqué el frasco, el filtro, encendí la cafetera.
Escuché.Escuché. El café y su aroma se dencantaron como el invierno.
Busqué a Yo Yo Ma en
el celular. El Cello, con su memoria de Bach a cuestas, invadió mi estudio. La
taza de café humeante estaba sobre el escritorio. Una escasa tibieza me recordó
la otra, la que se decantó de ti. Dejé la taza. Tomé la pluma. Abrí el cuaderno. Dejé que mis dedos pensaran
en ti.
3ª versión
Un poco de tiempo, solo un poco. Abrirás la ventana del
estudio. Verás pasar las nubes. Se colará el frío en la incipiente mañana. El
invierno se decantará. Lo sentirás en las manos, en el rostro.
Pensarás entonces en la tibieza probable de su cuerpo. Quizá un café. Buscarás
el agua, el frasco, el filtro. Encenderás
la cafetera. Escucharás. Escucharás. El café y su aroma se decantarán como el
invierno.
Buscarás a Yo Yo Ma en el celular. El cello, con su memoria
de Bach cuestas, invadirá tu estudio. La
taza de café humeante estará sobre el escritorio. Una escasa tibieza te recordará
la otra, la que se decantará de ella. Dejarás la taza. Tomarás la pluma. Abrirás
el cuaderno, y dejarás que tus dedos piensen en ella.
(4a versión)
Un poco de tiempo, solo un poco. Abriré la ventana del
estudio. Verás pasar las nubes. Se colará el frío en la incipiente mañana. El invierno
se decantará. Lo sentiremos en las
manos, en el rostro. Pensarás entonces en la tibieza probable de mi cuerpo. Quizá
un café. Buscarás el agua, el frasco, el filtro. Encenderé la cafetera.
Escucharé. Escucharás. El café y su aroma se decantarán como el invierno.
Buscaré a Yo Yo Ma en el celular. El cello, con su memoria
de Bach a cuestas, invadirá tu estudio. Las tazas de café humeante estarán
sobre el escritorio. Una escasa tibieza te recordará la otra, la que se decanta
de mí. Dejarás la taza. Tomaré la pluma. Abrirás el cuaderno, y dejarás que tus
dedos piensen en mí