lunes, mayo 12, 2014

Soledad

"Hay dos cosas que son infinitas: el universo y la estupidez humana; de la primera no estoy muy seguro". Albert Eisntein

Hay un Dios, debe haberlo. A veces lo sé, a veces lo intuyo.
A veces, no lo sé.
Es decir, paso de Hay un Dios, a ¿Hay un Dios”.
Pero el Cosmos es demasiado grande
Quizá aun para Dios.
Se va de visita. Se descuida. Se olvida.
No pueden, imagino, necesitarle más que aquí.
No miraba a Ruanda mientras masacraban a los Tutsi;
Estuvo lejos, muy lejos de las mujeres Bosnias en Sarajevo;
No lo imagino desdeñando a los palestinos
( se dice que uno de sus hijos nació cerca de ahí), pero
¿dónde estaba cuando Sabra y Chatila ?;
no ha caminado por Chiapas
y supongo que  nada sabe de las mujeres y los niños Tzotziles acribillados en Acteal;
también entiendo que  no ha leído “2666” de Roberto  Bolaño
( quizá porque  toma mucho tiempo leerlo completito),
ni caminado alguna noche por las calles oscuras por donde caminan
incontables mujeres  de cd. Juárez;
-          como no caminó por Chile, Argentina, Uruguay o Paraguay o Bolivia,
ni por Auschwitz, ni Treblinka,  ni la Rusia de Stalin ( el frío quizá) -;
nada sabe de las menores secuestradas y vendidas como esclavas  en Nigeria;
o las que encadenan a la prostitución en Europa?
Yo pienso que de cuando en cuando se entera
(las almas de las muertas deben rondar por su vecindario, nublar su cielo,
oscurecer su horizonte);
y le da vergüenza lo que hacemos, los que nos decimos hechos
a su imagen y semejanza.
No sé bien entonces si se ha ido  de viaje, de supervisión,  
o después de Guerra de cien años, de  las  matanzas  de indígenas por el imperio español,
del Tribunal del Santo oficio y su   Santa Inquisición y  la primera guerra mundial, no ha podido más y    simplemente se ha ido.

Entonces quedamos nosotros, lo humanos, los mortales. Habitando un grano de arena en una esquinita del universo, sin poder resolver nuestra estupidez.