jueves, noviembre 28, 2013

Pienso en tus manos como dos hojas del árbol que es tu cuerpo, que caen flotando sobre el campo que soy;

Pienso en tus labios  como  olas del profundo mar que es tu cuerpo que descansa en la playa que soy;

Pienso en tu aroma como el  susurro de viento que eres y acaricia el trigal que soy;

Pienso en tus palabras de amor como el  idioma que eres, que se plasman sobre la página en blanco que soy;

Pienso en tus ojos como las lunas que iluminan la noche soy


 Pienso en tu cuerpo como el recipiente donde se deposita, el hombre que  soy.

jueves, noviembre 14, 2013

A veces



A veces la vida parece eso, un mar sin costas, un río sin orillas,  un cielo sin horizonte.
A veces, sólo a veces, no hay  un monte, una estrella, una nube, un cuartito menguante, una leve briza.
 A veces, miramos hacia atrás, sobre lo andado,  y no parece haber diferencia de lo que se mira hacia adelante, lo que nos falta andar, o hacia arriba, donde se haya lo  que nos alumbra, o hacia abajo donde arrastramos las sombras. 
A veces, sólo a veces se escuchan  murmullos de quien sabe dónde, parecen palabras, entonces parece que alguien habla,  pero también parecen llantos, y entonces parece que alguien llora.
No siempre sabemos si lo que escuchamos es el agua que corre por un río que no alcanzamos a ver. Un río que no tiene orillas, que desemboca en un mar que no tiene puertos, cobijado por un cielo sin horizontes. 

Entonces, a veces, escuchando el silencio  de mis pasos, me  doy cuenta, con la vida abierta  por los seis costados,  que las palabras que el viento arrastra y se escuchan como murmullos que corren por debajo de la tierra;  que las lágrimas que  me llueven , dejando una huella húmeda  cada paso que doy ,  son mías,  y que   yo soy  un  río sin orillas, un   mar sin costas,  cielo sin horizonte.

sábado, noviembre 09, 2013

Solo

Estoy más solo, sin ti desde aquella noche.
No, no sé a qué hora salí de la habitación donde horas antes, en medio de mi asombro, te despojaste de la blusa, de tus miedos, de tu falda, de tus incertidumbres, de tus recuerdos.
Es poco lo que recuerdo de lo ahí sucedido. Miradas sacudidas
,cuerpos extraviados, manos huérfanas, un noche rodeándonos. Algo dijimos, algo callamos.
Tampoco recuerdo la hora en que atravesé la puerta de tu casa, que tiene a un lado el librero, de donde tomamos el libro de poesía del que leímos tres o cuatro textos. Sé que regresé, solo, muy solo a la otra noche, la que no te contiene. Sí , estoy más solo (estoy sin ti) desde aquella noche.
¿Acaso tú  recuerdas? ¿Recuerdas lo que dijiste, lo que callaste? ¿Nos despedimos ? ¿Nos besamos antes de que yo partiera? ¿Nos miramos en los ojos del otro una última vez ? Te quedaste en la habitación, acurrucada en un lecho lleno de aromas, en quietud, finalmente pacificado, mientras yo salía sin rumbo a una ciudad solitariamente adolorida.

Estoy más solo, sin ti, desde aquella noche. Mi vida antes de ti, es un recuerdo que se pierde en la penumbra.

jueves, noviembre 07, 2013


Mis manos, bueno,
para delinear tu rostro  y palpar tu mirada,
para capturar y sostener tus palabras,
para impregnarlas , y tu aroma me acompañe en las tardes lluviosas ,
para tomar tus manos (y tu brazo y tu cintura y tu pelo),
para recorrerte, ponderarte, calcularte ,  describirte, y luego escribirte.
Mis manos,
frente  ti  a ti,
son mi termómetro, mi diapasón, mi barómetro, mi péndulo.
Con mis manos te narro, te hablo,
te susurro, te deletreo,
te cuento mis historias
(las reales y las imaginadas),
te muestro mis querencias;
te escucho (porque tus ojos, tus hombros,
tu pecho, tus aromas, hablan – cuentan sus deseos, recuerdan nostalgian)
Con mis manos,
 te descubro textura, contorno, cóncava, convexa;
te sostengo cuando te abrazo,
te cerco cuando te beso,
doy testimonio de tu cuerpo,
corroboro tu existencia,
te distingo de la que imagino o sueño.
Mis manos son el yo, que más te habla.

Para  lo demás, es decir,  para rascarme la cabeza,  prepararme el café,     sobarme cuando me golpeo la rodilla,  limpiarme los lentes, tocar alguna puerta, teclear, saludar a personas que conozco ( y a las que no conozco),  mis manos son utilería.  

martes, noviembre 05, 2013

Mi  cuerpo palpita  entre tus brazos. Tu  aliento tibio me  abraza. Mientras me encuentro en  tu mirada, te reconozco, a ti, ahora, aquí, conmigo. Estas aquí, no eres recuerdo, ni metáfora de rosa, o de uva, o de gota de rocío. Ni eres cuerpo que brota  de mi imaginación.

Estas aquí, ahora.

Palpitas, respiras, respiro, tu cuerpo se acomoda en mis brazos y en mis silencios.

El amor existe  mientras tú existes.

El amor existe por que yo existo.  


Estas aquí,  tus manos son un cuenco que se llena y derrama en el encuentro entre mi piel y tu piel.

lunes, noviembre 04, 2013

Ni tu

He besado tu vientre, tu mirada, alguna de tus palabras;
he palpado tu sueño, tu respiración, tu aliento;
mis dedos han rozado el rojo de tu boca, 
el borde de tu pecho, el abismo de tu espalda;
he tenido algunas veces y he imaginado en incontables ocasiones tu inconmensurable e inagotable hermosura.
Mis manos han recordado tu tibieza, mis oídos tu cadencia, mis labios tu temblor.
Pero tu recuerdo no te hace más tangible.
Mi nostalgia de ti es tan inasible como tú misma.
Acostumbrado como estoy a tu nostalgia, tu recuerdo, y mi memoria, tengo que confesar apesadumbrado, que mi mejor recuerdo no alcanza tu belleza
No, no hay mujer más bella que tú. 
Ni tú.