domingo, mayo 28, 2006

Del LP al ipod

Domingo 28 de mayo. Pertenezco a una generación de transición. Casi todo ha pasado. Recuerdo casi con nostalgia que con una parte de mi primer cheque del Hospital General , me compré las nueve sinfonías de Beethoven, bajo la dirección de Herbert Von Barajan. Claro, eran discos de vinil, que escuchaba en un tocadiscos de la sala de mi casa. Todo está en el pasado. Todos son recuerdos. Aquella casa la vendimos después de la muerte de mis padres , el viejo tocadiscos y mis discos de Von Karajan pasaron a la historia. El avance tecnológico fue inmisericorde con mi vieja colección. Cierto aún conservo algunos LP’S , algunas cosas para orquesta de Bach, las polonesas de Chopin, otras cosas de Rachmaninov, alguna sinfonía de Mozart, mis primeros discos de Silvio, de Serrat, de Milanés. Debo decir que hasta hace un par de años me encontré un aparato de sonido que tenía tocadiscos integrado, y pude escuchar, con nostalgia – y scrach – algunos de mis viejos discos. Pero , pero usted bien sabrá, ha tenido que rehacer mi discoteca con Discos Compactos. No ha sido poco el dinero que a lo largo de varios años he invertido en, otra vez, Beethoven y sus sonatas , Chopin y sus nocturnos, Bach y sus conciertos, sus partitas, - los trabajos de Yo Yo Ma , por ejemplo a las suites para Cello solo- las cantatas, y claro , nuevamente Silvio, desde aquel donde Playa Girón , hasta los recientes que incluyen Mariposas y Cita con Angeles, y otra vez Joan Manuel, y Pablo, y Céspedes y una colección de las sinfonías de Mahler y otro tanto de Bossa Nova y entonces algunos discos compactos de Joao y Astrud Gilberto y los dos de su hija Bebel , los de Jobim- Morelembau ( cuarteto integrado por el hijo y el nieto de Antonio Carlos ) y algo más de Miles Davis, de John Coltrane y algo en la voz de Diana Krall. Pero la transición no ha terminado, no crea , ya me he percatado. Ahora, los jóvenes no invierten , no demasiado en CD’S. Ahora tienen aparatos de bolsillo en donde “ bajan”, “guardan” , “graban” cientos de canciones provenientes de la red. Los adolescentes caminan descuidados algunos con un MP3, otros con un ipod ( cuya capacidad de almacenaje de música, rebasa todo lo que he acumulado en cd’s por años ,algunos me dicen , y yo les creo, que son capaces de contener miles de canciones ). Debo suponer entonces que, como mis viejos discos de 45 y 331/3 revoluciones, mis discos compactos están destinados a ser , tarde que temprano ,objetos de museo.
No crea. Algo entiendo. Tampoco todo es queja .De la calidad de sonido de aquellos aparatos monoaurales, a los estereofónicos, y de estos a la calidad de sonido de los reproductores de discos compactos, hay diferencia. De los discos de “plástico” a los que les cabían un par de canciones ( una por lado ) a los ipod, en los que se puede contener la obra completa de los Béatles, no hay comparación. Se entiende, mejor sonido y mayor capacidad. Para quienes amamos la música , es bueno, muy bueno
Pero uno se pregunta: ¿Qué sigue ? , ¿Algún día tendré que despedirme de mis “viejos” cd’s?, ¿ trendré en casa, en al auto ( si siguen los autos ) un aparato donde estén almacenadas las obras completas de Bach, Beethoven, Silvio, Jobim, Serrat, las voces de Diana Krall, de Callas, de Bocceli , la trompeta de de Miles Davis, el saxofón de Coltrane al que solo le pediré lo que quiero escuchar ?.
Quizá como ahora mismo , de vez en vez, escucho uno de mis LP’S en el tocadiscos, me dé por reconectar un viejo reproductor y volver a oír aquél cd donde cataban a duo Serrat y Ana Belén.
p.d. Conozco a un hombre que ya tiene 5 ó 6 de sus libros preferidos en una agenda electrónica .

viernes, mayo 19, 2006

EL Y NOSOTROS

Mientras él que tiene once años ,bueno, el brincolín con los amigos, el pastel de chocolate, las pelotas que ruedan casi por sí mismas, la bicicleta vespertina; nosotros, los solemnes adultos pagamos más por el precio de la gasolina, escuchamos a diario los insultos los miedos, las negaciones, las brabucadas verbales, propias de pandilleros callejeros, que son las candidatos a la presidencia ( Calderón, Madrazo, López Obrador ), cuando no, los discursos esquizofrénicos que atentan contra el principio y la prueba de realidad que el resto de los mexicanos vivimos cotidianamente.

Mientras él, que tiene once años, se preocupa por los exámenes mensuales y aprenderse las divisiones de unidades, decenas , centenas y unidades de millar , las leyes de reforma, el estado laico , la intervención francesa , las luchas entre liberales y conservadores ( vieran la cantidad de adultos que conozco que transitan por la vida con aquella tranquilidad sin tener la menor idea de lo anterior ) y las tareas en el libro de ciencias naturales, de recursos naturales, y entonces que el agua, que la madera, los bosques, los yacimientos y por ahí, parece que cuela entre las páginas de su libro algo de consciencia ecológica , y desarrollo sustentable ; nosotros, bueno , nosotros seguimos , duro y dale con ponte la verde, con ponte la pulsera, con píntate la cara, con compra la camiseta, con baila con nosotros, con vota por la conductora para el programa de televisión, y con usar como pretexto la reunión con los amigos para reducir la sed ( siempre inagotable ) en múltiplos de seis.

Mientras él Shrek y las películas de aventuras y de terror, y en tonces el hombre araña y el señor de los anillos, y cazadores de fantasmas, y Don Gato por la mañana y Van Helsing ( el caza vampiros ) por la tarde, y otra vez Shrek a cualquier hora del día , por que se encuentra la película cuando busca otra , y entonces, pues nuevamente Shrek en funciones especiales de fin de semana; nosotros, pues sí, nosotros, seguimos con las guerras permanentes, y entonces Irak y los gringos que nomás, no se salen, e Irán , ahora bajo amenaza ( que cómo se les ocurre desarrollar tecnología nuclear > si no son socios de los norteamericanos , ni forman parte de la OTAN >) , y Sudán y el Congo donde hay hambruna y violencia social, y las guerras contra narcotráfico, contra el terrorismo, y el relajo de Atenco y en fin estamos en guerra permanente y pareciera que nomás, no hay manera de sentarse a firmar algún tratado de paz ( o cuando menos de respeto , de simpatía, de tolerancia, de no agresión, de escucharse antes de disparar ) entre nosotros mismos.

Pero bueno , a veces, sí, a veces parece que el mundo de él , con su onces años y el nuestro se tocan, y es por que decidimos, sí, nosotros decidimos sumergirnos en su fantasía, en la construcción de su realidad, entonces jugamos con él futbol en la calle ( con porterías de bote o de piedras, sin pintarse, ni ponerse de nada ) , o nos subimos a la bicicleta sin buscar ir a ningún lado, o tomamos, con la mejor actitud posible, esto de ¿cuántas veces cabrá 34 en 145 ? o disfrutar en la televisión vespertina , la más reciente de Harry Potter , o de Shrek , o de El Señor de los Anillos por … ( la verdad ya perdí la cuenta ), o en un domingo cualquiera, pedir de postre el pastel de chocolate que mejor atenta contra el pudor , el decoro, las buenas costumbres y la dieta.

A veces, sí, a veces nuestros mundos se tocan, entonces recordamos que la vida puede ser otra cosa , que puede vivirse diferente, que puede construirse diferente , entonces tememos, peleamos, discutimos, violentamos, mentimos menos ( mucho menos ) y reímos, corremos, brincamos, jugamos, soñamos más.

lunes, mayo 01, 2006

HISTORIAS DE CRONOPIOS Y DE FAMAS
JULIO CORTÁZAR


Las famas no van a conocer lugares, como cafés, restaurantes, vas a esos lugares, para las conozcan. Para tal ocasión se arreglan cuidadósamente, viajan en su auto y al llegar, saludan de lejos a los cronopios , mientras se cuidan de no ser vistas a tan altas horas de la noche por esperanzas.
Las esperanzas, no son malas personas, de hecho pueden ser bien intencionadas, nos dan consejos, toman precauciones ( no salen de casa si está lloviendo y si enferman toman escrupulosamente las medicina siguiendo las receta del doctor de la familia) que indudablemente son razonables.
Los cronopios difícilmente son de fiar. No se les puede encargar algo del mercado por que en el camino se entretienen jugando con los animales, se distraen en las avenidas por mirar la formas de las nubes en el cielo y corren el riesgo de ser atropellados por bailar y cantar sus canciones favoritas.

Julio Cortázar escribió sobre el concierto de Louis Amstrong en Paris , el 9 de diciembre de 1952 “ Como Louis es un enormísimo cronopio, le da lástima el discurso perdido y de golpe aparece por una puertita lateral, y lo primero que se ve de él es su gran pañuelo blanco, un pañuelo blanco que flota en el aire y detrás un chorro de oro, también flotando, y es la trompeta de Louis, y detrás, saliendo de la oscuridad de la puerta la otra oscuridad llena de luz que es Louis, que avanza por el escenario”. Y sucede que la noche que escribió ese texto ( publicado en la revista Buenos Aires en aquel entonces ,y ahora en la recopilación, “La vuelta al día en ochenta Mundos” ) Julio, generó una categorización, una tipología ,tan simple como cierta y no menos divertida, de los seres humanos: Famas , Esperanzas y Cronopios.

Es en el texto “Historias de Cronopios y de Famas” , donde Cortazar – divertidísimo seguramente - da cuenta de las características que definen, delimitan y diferencian a cada uno de estos modelos humanos.

Siguiendo esta tipología Cortesiana, usted seguramente tendrá amigas o amigos famas, esperanzas o cronopios. Usted las ha visitado en sus casas.
Las famas tiene casas ordenadas y limpias. Gustan de recibir visitas de las que esperan que tarde que temprano, les halaguen por la brillantez de los pisos, por el cuidado del jardín de enfrente , por el buen gusto en la selección de los muebles y el color de las cortinas.
Los cronopios , por el contrario son seres que tienen una dosis permanente de desorden en su vida. Por ejemplo “ los recuerdos los dejan sueltos por la casa, entre alegres gritos , ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno le dicen : <> y también , cuídate en los escalones >”. Así mientras las casas de las famas son ordenadas, limpias y en extremo silenciosas, en los hogares de los cronopios hay ruido , música y cuando las famas visitan a los cronopios ( lo que no sucede con frecuencia ), “mueven la cabeza comprensivamente”.

Cuando las esperanzas llevan sus hijos a la escuela revisan tres o cuatro veces que lleven exacta la tarea, que las líneas del uniforme y la del peinado, estén en su sitio y los dejan en las puertas recordándoles lo importante del estudio, de la obediencia a los profesores y de lo impropio de ensuciarse el uniforme en el recreo.
Cuando los cronopios llevan a sus hijos a la escuela es probable que olviden algún cuaderno en la sala de la casa y durante el trayecto tanto los hijos como los padres se quejen de la monserga que representan las tareas y los exámenes y el llegar al portón de la escuela, los cronopios al despedirse de sus hijos les besan y abrazan de tal manera que los hijos terminan por salir corriendo interior del colegio donde estarán a salvo de la burla de los compañeros.
A los hijos de las famas, el chofer las lleva a escuela ( y si no tienen el dinero suficiente pata tener uno ,no dejan de soñar en el día en que esto será hermosa una realidad).

En un libro breve, lleno de humor y de conocimiento humano( mire que hay que reirse de lo que escribe el autor argentino ), Julio Cortázar, conocido ahora como “ El Gran Cronopio” nos ofrece una obra inesperadamente divertida y esclarecedora de la hilarante condición humana.