lunes, diciembre 31, 2012

Donde estamos?


Cerramos el 2012.
¿Dónde estamos?  ¿De dónde venimos?  ¿Qué buscamos? ¿Qué causas hemos defendido?
¿De qué madera estamos hechos?.
Cierto, no se acabó el mundo, pero no cabe duda que algo  tenemos que cambiar. Demasiada pobreza, demasiada injusticia, demasiado dolor. El capitalismo nos devora. Año tras año, la riqueza se acumula en menos manos mientras la pobreza se expande inmisericordemente. Esto se había anunciado. El capital de Carlos Marx,  cumple 140 años.  
Hace 105  años de la huelga de Rio Blanco, 104 de la de Cananea.
Hace 55 años de la muerte de Gabriela Mistral . También se llamó Lucila Godoy. Su poesía iluminó  el basto territorio latinoamericano.
Hace 70 años, que Cassius Clay se negó a ir a Vietnam. Cambió su vida, su nombre por Mohamed Alí, y la historia del box.
Hace 55 años  murió Pedro Infante. Aun hay quién suspira cuando le escucha cantar.
Hace 50 años murió  Marilyn Monroe, hace   45 años   Vivien Leigh ,  hace 30 María Callas,  25 Rita Haywoth e Ingrid Bergman,  hace 20 Malene Dietrich.
Hace 76 años del inició de la Guerra Civil Española, y hace 37 que terminó la dictadura Franquista. El “Guernica” de Picasso este año cumple 75.  Antonio Muñoz Molina, Javier Cercas, Almudena Grandes, José maría Gironella, Antonio y Juan Goytisolo (entre muchos otros, siguen escribiendo las historias de esa Historia).
Hace 30 años que junto con mis amigos Arturo, Eduardo y Pepe, fui a ver Star Wars.
Hace 32 años que leí por primera vez “El Señor de los Anillos” de  J.R.R. Tolkien.
Hace 15 años murió Jacques Cousteau.  No se cuanto d elo que sabemos del mar y sus secretos se lo debemos a él y su Calipso.
Hace 105 años nació Frida Kahlo. Diego Rivera murió hace 55 años, José Clemente Orozco , hace 63 y David Alfaro Siqueiros hace 38.
William Faulkner nació hace 115 años, y Miguel de Cervantes nació  hace 465.
La revolución cubana inicio hace 53 años encabezada por Fidel castro, Camilo Cienfuegos, y Ernesto “El Che “ Guevara, quién muriera, haciendo revoluciones, hace 45 años en Bolivia. Este año se cumplieron 50 de La crisis de los misiles.
Hace 49 años de la publicación de “Rayuela” y 45 de “Cien años de Soledad”.
Este año murió Carlos fuentes.
Hace 155 años que se publicó “Madame Bovary”, hace  150 que Vicrtor Hugo publicara “ Los Miserables”, 140 que murió Charles Baudelere,  120 que nació Herman Hesse y tenemos dos años sin José Saramago.
Hace 262  años murió  Johan Sebastian Bach,  hace 185 Ludwig van Beethoven,  165 Felix Mandelssohn, y 75 que murió George Gershwin .
Hace 50 años de primer disco de los Beatles (Love me do)  y 42 del último( Let it be).
Este año se encontró la partícula de Higgs.
Este año cumplí 57 de edad y van dos de mi operación a corazón abierto.  

jueves, noviembre 22, 2012

Nostalgia


El amor tiene su propio lenguaje, metáforas inherentes al acto del irrenunciable  amor.
Los actos de amor son dedos que usan como tinta la humedad que emana de la piel sobre la que delinean – pintan, deletrean , narran - su deseo, su pasado , su futuro;  son lenguas de fuego que danzan incansables avivadas por el fuego que nace entraña adentro, son cabellos sacudidos por vientos intangibles.
Los amantes, que nada tienen sino su desesperado amor, sobreviven a la soledad, al abismo de la noche,  a la furia de la tierra embravecida aferrados al destino de su delirio amoroso, a sus cuerpos iluminados  por la luna roja  que se refleja en sus pupilas y al beso que los rescata de la muerte.

Porque finalmente, frente a la inmensidad del espacio que oscilante los acercaba y los alejaba (cuántas veces caminaron por la misma calle sin toparse, o  entró él a un café  unos cuantos minutos después de que ella saliera);  ante la intangibilidad del tiempo,  ese discurrir  inexorable y misterioso del tiempo (desde su fecha de nacimiento, desde el momento en que cada uno arribó exacto a la ciudad donde se encontrarían,   hasta el instante justo en que él y ella atravesaron las calles de esa misma ciudad  para encontrarse).  Tiempo que fue necesario que pasara para que los amantes llegaran exactos a su cita –  en el inesperado  rincón de una ciudad tan improbable como prevista . Ellos, los amantes, sólo tienen una verdad, una sola certeza que les rescata del ancho mundo, mundo lleno de oscuridad la mitad del tiempo:  la espera, su espera  ha terminado, el destino ha cumplido. Saben, mirándose mutuamente,  lo que ahora está en juego.

Es el descubrimiento de la pasión de uno por el otro lo que da sentido a los días, las horas, las noches, la lluvia, la obscuridad, los sueños -sus sueños-  , los cuerpos -sus cuerpos. Es la pasión amorosa lo que hace sagrado cada rincón de esa ciudad antes extraña, porque ahí, en ese preciso lugar – un café solitario en una esquina -   el primer beso;  allá – junto a la puerta de su casa, la de ella-  el interminable abrazo; en aquella pared su imagen recortada de la finitud de la ciudad ; en ese sillón la blusa que terminaría siendo inútil;  en aquella  habitación, el cuerpo  de ella tiritando en fuego.
 Es su amor el único testigo de su existencia, el bálsamo en medio de sus  dolores, el hilo que ha tejido – no, ellos no lo saben- desde el inicio del tiempo,  la trama donde se unen paisajes inimaginados, palabras enamoradas, rebanadas de pan,  el café de la esquina, la casa ( invisible durante años) ,con su puerta,  una sala donde hay un sillón que sostendrá la blusa que terminará siendo inútil, la esperanza en medio del abismo que como humanos siempre les rodea, la llama que ilumina  su corazón –que ahora es uno -  en sus incontables días y sus infinitas noches.

lunes, noviembre 05, 2012

Terquedad

Este terco afán de buscar y buscar, palabras y palabras y palabras para decirte lo que a fin de cuentas…, ( y el caso es que uno lo sabe, es decir, yo lo sé, pero puede más la terquedad, quiero decir, mi terquedad , que quieres, porque uno se empecina, bueno pues , me empecino , en que debe haber una forma, una manera, un signo, una metáfora, un guiño del lenguaje, una dulce concesión de l
a poesía, y entonces uno se gasta, es decir, me gasto la tinta como mares, y las hojas como dunas en el desierto, tratando de decirte, porque el caso es también quiero decirte que tú, y tus ojos, y el espacio que dejas a tu paso, y el recuerdo en mis manos del roce de tu vaivén, y que entonces las palabras se queden sobre ti, como sobre las dunas del desierto, pero la tinta se hunde, porque las palabras, claro, yo lo sé , no se sostienen en los desiertos, ni en las nubes, ni en los otoños , ni el frio del invierno, pero uno es terco, - cierto, soy terco- y me consumo en palabras que, en última instancia tú lo sabes…) poco , si es que algo de mi, te pueden decir.

martes, octubre 16, 2012

Silencios

El caso es, no cabe la menor duda,
ver el amanecer tendido bajo tu cintura,
cartografiar el basto territorio de tu espalda,
deshebrar la noche estrellada de tu cabello,
activar el epicentro que desata tus sismos,
llenarte de nubes, y esperar que inicie tu temporada de tu lluvia,
escuchar el movimiento del cosmos que susurra bajo tu vientre,
desnudarte con palabras y para luego vestirte de silencios

Improbables Posibles


Enterrarme en tu piel
Navegar ( quizá naufragar) en tus labios
Encallar en tu cintura
Remar hacia a tus ojos
Cabalgar tus brazos
Abrazarme a tu aroma
Deshilvanar tus estrellas
Beberme tu aliento
Inmolarme en tu sexo
Escuchar la historia que cuenta cada línea de tu piel
Enhebrar tus suspiros
Cobijarme en tu sueño
Despertarme en tu mirada
Olvidar la vida en la desmemoria de tu cuerpo .

martes, septiembre 25, 2012

Pertenecernos

Nos pertenecemos no por las bagatelas que son las palabras mal dichas, si no por aquellas que nacieron del frío, del sueño, de la ansiedad, del abrigo de la piel, de la noche compartida;
porque recorrí tu piel con un afán de cartógrafo enloquecido; sumergido en ella, palpé escrupulosamente cada extensión, cada pliegue, cada resquicio; como cualquier explorador de lo desconocido seguí las l
ineas de tu espalda, puse nombre a sus senderos, escalé y descolgue tus hombros, dejando mis huellas (las de mis labios) a lo largo de tu ser ,hasta que finalmente, agotada de besarte, descansó mi boca entre tus senos;
porque una noche, depositaste tus miedos en mis manos, temblorosa lloraste entre mis brazos mientras le ganabas la batalla al desamor y al desconsuelo.
porque te fuí develando, desenvolviendo, desnudando de tu pasado, de tus angustias, de tus pesares, de tus fantasmas, de la que creias que eras, hasta que desnuda de ti misma te recostaste a mi lado.

lunes, septiembre 17, 2012

Delirio




Locura.
Insensatez.
En mi Delirio una mujer me espera.
¿Estas ahí?
Soñarme entre tus brazos y amanecer  cobijado por tu piel.
Imaginar, desear, breve, fugazmente tu boca, dudar que al llamarte, sea tu voz la que encuentre y entonces… tu voz al teléfono susurrando “ven…”. Es una locura, es otra realidad.

Pasión que cuando inquieta, apacigua, cuando  humedece, incendia, cuando es econcreta, tangible, real, enloquece.  
Saber que quererte es insensato, que además quererte como te quiero es , impensable, irreal porque atenta contra la lógica mundana, por que  deposita el centro y devenir del mundo, el pasado y el futuro, lo tangible y lo inasible  en solo nombre: el tuyo.
He temido confrontar mi delirio, me ha dado miedo buscarte y no encontrarte, suponerte y no saberte, no quiero soñarte  y despertar sin tí con la duda: ¿ solo vives cuando yo duermo?

¿Estas ahí?
Este delirio de estar contigo, de correr por  calles y avenidas negando la existencia de los otros para iniciar el interminable rito de tu cercanía.  Este sorprenderme y engolosinarme ante cada vestigio de tu existencia, ante cada evidencia de tu vida en la mía: tu aroma, que es como tu otra sombra, migajas del pan que compartimos,  tu mano en mi cabello, mi nombre en tu boca, mis manos rodeando tu cintura, el silencio que pasa de tus labios a los mios, la cafetera encendida, los pasos que invariablemente, te anuncian, dos tazas vacías.
Una calle nos ha visto pasar, la luna nos ha mirado, mi  cama tibia te ha conocido. Y sin embargo… en ocasiones  me pregunto…¿ Estás ahí? .

Locura de conocerte.  De dudar de tu existencia. El caso es que a veces uno duda de su felicidad. Es tan difícil ser feliz, ( y cuando uno lo logra, o parece que lo logra, dura tan poco, la felicidad parece bruma entre lo dedos) que  cuando parece inalcanzable  uno termina por inventarse algo, no sé , lo que sea, un sueño, una fantasía, vaya, un  delirio. Yo no sé cuantas veces termino por preguntarme si eres fruto de mi experiencia o de mi imaginación. Dudo de una belleza, la tuya,  que la tarde en que te conocí, creí prohibida para mis manos, inasible en mi vida. Y de pronto ( sin esperarlo ,pero deseándolo ) tu voz  hablándome,  tu cercanía  respondiendo a mi acecho, tu cabello resbalándose entre mis dedos, mi mirada reconociendo, palpando  las profundidades del alma que  tus ojos  me mostraban , mi boca probando los indescifrables  aromas del ropaje que la vida te dio.

A veces te añoro   como una delirante invención, y después de comprobar tu existencia (hasta desalojar cualquier duda), te quiero  aun a riesgo de no contar contigo, de ser  única voz,  un amante solitario más,  un sueño, un delirio de mi mismo.
¿Pero acaso no cierto  que la locura se mece en la realidad?


Delirio. Solo existen los lugares que has pisado, las paredes que has tocado. Hay un mundo improbable, extraño y  lejano, quizá inexistente, por que tú no has estado ahí. Este mundo distante, intangible  lleno de personajes   aparece y se esfuma a tu paso.  Quizá yo mismo solo existo cuando me nombras, y  me desvanezco  en tu ausencia.
 No hay mas tiempo que el que trascurre a tu lado.
Este delirio que tu presencia torna en certeza.
Certeza voz, certeza piel, certeza abrazo, certeza mujer.
Existes, existo. Tu piel resuelve el enigma.
Quererte y probar, más allá de toda duda, que  me quieres también.
Mirarte y saber que me miras también.
Dolerme y saber que te duelo también.
Uno espera toda la vida para querer asi, por alguien así.
Sin detenerse en las horas, en las noches, en los incontables años ; dejando claro que lo que vale del día  ( de la vida quizá ) es un beso , una caricia , una canción compartida , un instante pues, un instante.
Tu voz llamando “ven…” lo mismo desde el teléfono que desde  la noche, desde mis brazos , como desde mis sueños.
Locura.
Insensatez.
En mi delirio, en mi realidad,  una mujer me espera.

Tu me acostumbraste




¿De que esta hecho el amor?, ¿cuales son sus aromas – de dónde surgen, cómo gotean, cómo se escurren, cómo impregnan  otra piel-, cuáles son  sus colores, sus sabores, dulces, como frutas de temporada, salados, de oleajes, que como náufragos bebemos hasta el delirio; sus infinitas texturas,  de nube, de río violento, de madera ardiente; sus lenguajes – de voces, de gestos, de presencia, de silencio?    

Ahora él se encuentra recostado en el pecho de ella. Cuanto se dicen en silencio. Una mano de él busca y encuentra la mejilla de ella, mientras con  la otra la abraza pasando su brazo bajo su cintura.

Es decir, cuando uno se enamora, ¿de qué se va enamorando?

Los brazos de ella lo apresan y le dicen, de piel a piel, este es tu hogar.

El amor es  como una vasija, de inicio vacía, a donde se van acumulando paulatinamente gestos, breves sonrisas, algunas palabras, caricias cuyo remitente poco a poco, es decir, día a día, noche con noche, hora tras hora se va haciendo familiar.

Ella deposita su mano sobre la espalda de él. Y en la sola manera de hacerlo, él sabe  que la mano es de ella y de nadie más. Es su mano. Como si en cada uno de sus dedos hubiera (de hecho la hay ) una marca, un signo, una cifra que lleva el nombre  de ella. Es  la mano de ella con su tibieza, su textura, el movimiento lento de sus dedos. La mano de ella arriba a una  piel que poco a poco le ha sido conocida,  que se hizo, se acomodó  a su presencia

No, el amor no es una costumbre, pero acaso ¿no se  acomodan entre ellos,   la precisa forma en que él la mira, el sabor de ella cuando la besa,  el aliento de él cuando su cercanía, el aroma de ella después del amor? Por que una cosa es el amor, ese concepto abstracto del que se habla lo mismo en volúmenes de filosofía que de literatura y otra cosa es enamorarse  de ella.
De ella.

Cuando él llega, ella ya lo espera. Durante lo que han parecido horas, la ha imaginado largamente, con esa mezcla de ansiedad,  deseo, de pasión enternecida. Cuantas veces durante el día  se ha visto a sí mismo abriendo la puerta, encontrándola (esperándolo), casi  ha sentido sus  brazos rodeándolo mientras  humedece sus labios ( por ahora inutilmente ) ante el beso imaginado.

 


No, nada sabe uno del amor, hasta enamorarse de una mujer.Una mujer que llega a nuestra  vida quizá sin que uno se de cuenta, sutilmente se ha instalado en nuestra existencia, hasta que de pronto, sin poder explicarnos como,    es imprescindible.
Con ella aprendió a amar.
El tuvo que reconocer la ignorancia de sus manos, la torpeza de sus palabras, la inutilidad de sus labios en los asuntos del amor.
Ella le enseño el lenguaje, su lenguaje del amor.
El aprendió de los signos que ella  dejaba  caer en el camino para amarla.

La boca de él la ha recorrido, probado, bebido, la ha mordido  dolorosa y dulcemente  mientras ella con breves lamentos le señaló, donde, cuando, como. Ahí ,ahora, así. Entonces el aprendizaje de las manos, pero también el de los ojos , el de las palabras, de los silencios.

Poco a poco aprendió a amarla. Amar a una mujer toma tiempo, una incendiada paciencia.
O quizá enamorarse  no sea cosa de tiempo. En una de estas  es otra cosa.
Igual el amor está hecho de llamadas inesperadas, de besos indescifrables, de palabras breves y contundentes (sí, ya, tu, ajá, ven ) , de silencios indispensables, de caricias como bálsamos,  de humedades que corren como incendios.

Quizá  enamorarse es darle la bienvenida al otro. Hacerle un lugar en nuestro propio cuerpo para vivir.
Acostumbrarnos a esos hábitos, gestos que su amor deposita en nuestra vida.
No, para  la ausencia, para la soledad, para la nostalgia  no hay manera de prepararse, nada  nos vacuna contra el dolor de la partida, nada ni nadie nos inmuniza contra la separación,  no se puede aprender a vivir  sin ella. Nada de tu amor me pudo acostumbrar a vivir  sin ti.
 
El respira hondo. Permanece  recostado en el pecho de ella. Su mano sigue recorriendo el rostro que sus manos  y su mirada  saben  de memoria.  Ella le dice con una tibieza que se escurre de sus labios, “te quiero tanto”. El se aprieta contra su piel mirándola sin mirarla, hablándole sin hablarle, mientras se acomoda en la piel que reconoce como su hogar.

domingo, septiembre 16, 2012

Eternidad


No puedo amarte sino empecinadamente, contra el orden natural de las cosas, contra el discurrir del tiempo, contra  el dictado de la historia, contra el instante. No puedo amarte sin luchar contra lo efímero, lo fugaz , lo perecedero, lo momentáneo. Amarte es de suyo, empecinarme contra la vida y sus dictados. Mi  amor, mi empecinado y terco amor tiene que significar algo más (sé de sobra que mi terquedad – como  lo es mi amarte- es ridícula, imposible, incauta) que no es sino una faceta más de mi guerra contra la muerte, contra el destino, contra el cosmos que se expande hasta el cansancio. Desde que te amo, cada beso es un reto imposible, de futuro improbable. ¿De dónde este empecinamiento porque cada beso – o uno solo,  dure  la – o una eternidad ?  ¿ de dónde proponerme que  una palabra nacida de tus labios, se cuele en el continuum ?

En una de estas amarte es una forma de suponer que hay algo que me conecta con lo eterno; que hay algo nacido de mí que va más, mucho más allá de todas las fugacidades que me rodean, de todos los objetos efímeros que me circundan,  de  las inutilidades que en ocasiones digo o hago o pienso.

Quizá amarte,  no sólo es lo mejor que puedo hacer para trascender, en una de estas,  es lo único que puedo hacer para que mi  vida me sobreviva.

Uno piensa  que amarte sobrepasa el tiempo  y que   todo empequeñece  frente al amor que siente. Mi amor por ti debe durar más que   la guerra de 100 años, que la formación de una estrella roja, el nacimiento de una cordillera, la formación de los mares, que la vida de Andrómeda .

 Empecinadamente uno dice, uno se empeña, confía  en  que su amor  permanezca , que de geste a sí mismo, que cada palabra ( aun simples, sí,  ven ,  voy, tu ) sea un eco  que resuene encada roca, que un gesto ( y su recuerdo)  dure lo incontable.

¿De tiempo en tiempo me pregunto si así será ?  si esta lucha contra el tiempo es verosímil. ¿ Habrá manera de saberlo? Hombre, como saberlo,  no, no lo sé.

 En realidad son  muy pocas las cosas que verdaderamente se saben. Ese es el caso, la vida de pronto parece tan corta, un suspiro. No hay tiempo de descubrir si no algunas cosas que valgan la pena . ¿ Qué se puede saber de ella?.  

Reconozcámoslo son   inconcebiblemente  más las cosas que no sabemos, por la vida es inmisericordemente  corta.

No, no sé si mis caricias durarán más que mis manos o mis besos más que mis labios.

Pero esto es lo que mi amor pretende. Retar al tiempo, al movimiento de los astros, al ciclo de la Luna, a la existencia de las constelaciones, a la vida del sol.

Sólo eso.

  Este amor no quiere otra cosa que la inmortalidad.

 

martes, septiembre 11, 2012

Septiembre 11

No es sencillo encontrar una fecha en la historia que se recuerde por su intensa oscuridad.
El 11 de septiembre que ahora tenemos en mente es el del 2001 por ser el mas grave atentado contra los Estados Unidos, dando muerte a poco mas de 3000 personas inocentes en el estado de Virgina, en el Pentagono y en las Torres gemelas en New York. En buena medida el mundo que rodea a los norteamericanos es diferente.

Sin embargo ya habia otro 11 de septiembre, este de 1973. 
Fe
cha en que La fuerzas armadas y carabineros de chile, al mando de Augusto pinochet, con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos y de la CIA, dan un golpe de estado en contra del gobierno de Salvador Allende. Este golpe militar da inicio a una dictadura que duro 27 annos, que formo parte de la Operación Condor, que persiguio de manera coordinada a disidentes de las dictaduras en chile, Argentina, Brasil Uruguay, Paraguay, Bolivia, Ecuador, con el apoyo de los estados Unidos y de lA CIA. La cantidad de muertes perpetrada a ciudadanos de esos paises durante dos décadas  (70's y 80's) sigue un misterio. 


 Si las victimas son incontables ...


los incontables verdugos siguen libres.

el día,  da para pensar en la oscuridad que eventualmente nos rodea.
el día,  da para pensar en la siempre urgente necesidad de mantener encendida una luz en nuestro corazon.

viernes, agosto 31, 2012

Una mirada


La abuela Elena


Habrá


Habrá que amarte todas las eternidades…
la eternidad del suspiro
la eternidad de un guiño
la del aleteo de una mariposa
la de un beso
la de recuerdo de la última vez que te toqué.

martes, agosto 28, 2012

Tinita


Por aquello del día de los abuelos:

 

Mi abuela Tina , se caso ( muy, muy, pero muy ) joven con un trompetista, - Juan Benjamín- , que trasnochaba con precisión reglamentaria de jueves a domingo, formando parte de la sección de vientos de algunas orquestas de la época (Luis Alcarás, Gonzalo Garrido, entre otras). Mi abuela Tina - seguro que mi abuelo le decía Tinita- (insisto en que era muy, pero muy joven) no tuvo mayor defensa contra notas tristes y azules que rodeaban a mi abuelo Juan Benjamín, cuando tomaba su trompeta e interpretaba las canciones de moda en la sala del departamento donde vivían.

Durante años la casa de Tinita era azul, y su cuerpo no era sino un pentagrama tibio donde se acomodaban dulcemente negras, blancas, corcheas, pizzicatos en intensidades que iban del pianísimo al forte, llevados  mucha intensidad y poco respiro.

Sin embargo al paso del tiempo, las notas tristes y azules, terminaron por espaciarse, había respiros innecesarios , pausas (pocas notas y muchos silencios ) porque mi abuelo viajaba con frecuencia acumulativa  con diferentes orquestas a los Estados Unidos y su ausencia llenaba la casa de un silencio que no interrumpían ni los muebles, ni las ventanas, ni las risas de los hijos.

Juan Benjamín, iba y venia, rodeado siempre por las notas tristes y azules, salpicando la casa y la piel de la abuela Tinita que terminaba noche a noche recuperando a su cuerpo- pentagrama , hasta que un día, una noche habrá que decir, cansado de ir y venir, dejo de venir, y las notas azules dejaron de pintar el cuerpo de Tinita.

Muchas, pero muchas noches después, cuando su cuerpo no era sino sólo el cuerpo de una mujer, sentada en la sala de casa de su hija,  escuchó a su nieto tocar el piano. Cambio de lugar para verle los ojos. Tienes los ojos tristes, le dijo, mientras y tocas cosas muy lindas, le dijo mientras miraba al infinito que se colaba por la ventana de la sala. El nieto, que no hacia sino acariciar el teclado sorprendido de las notas azules que despedía, siguió tocando para la abuela, esa y muchas otras  tardes que ella llegaba a hilvanar las notas azules que desprendía el piano y ponérselas en el cuerpo, hasta enhebrar recuerdos y nostalgias.

Muchas, muchas noches después, el nieto escuchó en una conversación entre tías aquello de los ojos tristes. Ahí se entero que “ojos tristes” era el nombre que tinita le dio  a Juan Benjamín, cuando se enamoró de él.

lunes, agosto 27, 2012

llueveme

Llueveme, me estoy secando.

Lenguajes


martes, agosto 21, 2012

Abrir mis ojos

Abrir mis ojos
Mirar mis manos
Mirar tu rostro
Mirar mis manos acercándose a tu rostro
Sentir tu piel que sigue dormida
Bajar la vista
Mirar tus hombros respirando callados
Sentir mis labios secos como hierba
Acercarme a la piel que nace bajo tus hombros
Besar la tibieza y el aroma del sueño
Humedecer mis labios que se ocultan entre tus senos
Sentir el latido que pulsa hacia mi boca
Descender tu cuerpo atrapado en la noche
Mientras mis manos siguen oscuras
Mirar tu rostro allá en la distancia
Perdido en la noche en la que deambulas
Inalcanzable, sin mirada y sin suspiros
Recostarme en tus labios que siguen sellados
Volver a tu rostro, impasible y sereno
Cerrar mis ojos abrazado a tu sueño.

miércoles, junio 13, 2012

La ciudad escribe.


La ciudad escribe, sobre sí, para sí,   por sí misma.
Nosotros, tomamos la pluma.

Quién escribe, lo hace con o sin cursos de literatura, con sin talleres de redacción, con o sin diálogo sobre la literatura que otros hacen, con más o menos   libros de lo otros escriben,   con más o menos conocimiento de la gramática y la ortografía.
Y por si esto fuera poco, quien escribe, lo hace,  con  o sin la menor claridad sobre las razones  por la que se escribe (si es que en el fondo, allá, donde se toman las decisiones personales,  hubiera que justificar  para sí, el acto de escribir).
Así que no queda sino  aceptar que quién escribe lo hace (o lo puede hacer)  desde su necesidad, o su necedad, desde su urgencia o su nostalgia, desde de pasión o su locura, desde su memoria o su imaginación.
Lo que parece un elemento común, ( ya pareciera que lo único que se comparte) es que quien escribe lo hace solo. Como en muchas artes, la literatura es un acto de confrontación personal; quien escribe, se refleja, se desnuda, se libera, se narra, se  escribe, se discursa ,  y se lee tal y como es. De esta confrontación con uno mismo, se puede desprender que  escribir, entonces,  no es para los que pierden las batallas contra el miedo,  el pudor, la claridad, el  amor, el olvido.
 Escribir no hace héroes, hace seres humanos. Seres humanos  en construcción permanente. Pero no es lo mismo construirse a sí mismo en libertad – esa libertad requerida para  enfrentar  el salto al vacío   – que vivir silenciando las voces de la propia  consciencia, de la memoria, del dolor, del deseo.
Sin embargo, la creación literaria, para no  ensimismarse (para no convertirse en un monólogo que se alimente de su propio eco)  de tiempo en tiempo,  requiere levantar la vista, mirar alrededor, reconocer el entorno ( lo mismo la calle, que los parques , los mercados y las tabernas, los barrios y las ciudades);  escuchar (oír, leer) otras voces, conocer otras historias, comparar memorias, delirios, temores, terrores; descifrar  lenguajes.
Toma no se cuantas noches de insomnio  ambulante,  reconocer el  lenguaje de la calle, del barrio, de la ciudad.
Es indudable que quien escribe lo hace  para sí, pero también lo hace, desde el   para sí de la ciudad, de la humanidad de la que forma parte. Lo hace desde  su irrevocable presente, desde  la – angustiosa o gustosa - libertad y responsabilidad  que comparte con todos los humanos que le rodean. Porque si bien cada poeta, cada narrador en cada texto se construye (o reconstruye) a sí mismo,  junto con él, se edifica la humanidad entera. Cada poema  escrito enriquece el acervo humano.
Escribimos, y somos poetas que nos relatamos a nosotros mismos.
Escribimos, y somos  la ciudad que se escribe a sí misma. Somos sus sílabas, somos sus palabras,  somos su lenguaje, somos quienes la narran.
Escribimos, y somos la ciudad escribiéndose,  a  sí misma.


Descubrimiento.


Te encuentro deambulando por la vida, vestida con tu ropa de diario, haciendo las cosas que haces, y tu sweater se desliza por tu cintura dejando ver la promesa del movimiento de tu cadera, y pienso que eres la  mujer más bella que conozco, pero no es así.
Te miro entonces con tu vestido de noche, con tu rostro radiante y tu hipnótica cadencia es iluminada por una luna que no hace sino seguir tus pasos por las calles de la ciudad y invadiendo puertas y ventanas, sé que no hay otra mujer, ni otra belleza en las calles de esta ciudad y pienso que eres la mujer mas bellas que conozco, pero no es así.
Porque finalmente llega la noche profunda y te despojas de cada prenda –ahora inútil-  inventada por los hombres y hasta que sólo quedas tú sin más vestido que el aroma de tu piel, te miro, y sé, estoy convencido más allá de toda certeza que (poseedora de una hermosura inexpugnable, inasible, imbatible) eres la mujer más bella que conozco.

lunes, junio 11, 2012

Escribirte y escribirme




A veces extraño al que soy cuando estoy contigo,
entonces, te escribo;
pero hay veces en que extraño al que soy cuando te escribo,
y  no puedo sino volver a la pluma, urgente
y  te  escribo, y me escribo
entonces te extraño,
y me extraño  un poco menos.

lunes, junio 04, 2012


Una canción pasada de moda que aparece en la radio sin que lo preveas, tonada que  invariablemente te toma por sorpresa, que te rememora, es decir, te  sitúa en una calle , en la sala de una casa, en un sillón frente a una taza de café; y  pone en tus recuerdos, que es decir en todos los recuerdos, en la memoria de tu piel, de tus labios, de tu mirada, de tus manos, un beso, una caricia, es decir, una textura, un color, una suavidad, después unos cabellos; para seguir recordando, aparece en tu memoria, una voz, un nombre, que deletreas, una, dos, tres veces.
La canción, sin que te percataras de ello, ha terminado, ahora en la radio alguien habla diciendo cosas que te son ajenas. Pero recuerdas el beso, el rostro, el nombre, la puerta, el sillón, los ojos cerrándose, el café. Recuerdas, es decir, la recuerdas  y te preguntas, hace cuánto de ese momento. Sabes que fue hace….de pronto el pasado no importa. Porque  la vida es… eso que ahora sucede en tus labios,  y parece que hace sólo un instante que la besaste, parece que el cabello aún pasa y se desliza  entre tus manos. La vida, el beso, lo que duras pronunciado su nombre. Ella… un instante. Y su eco… que repite, el beso, una  y otra, y otra vez…y...