viernes, agosto 28, 2015

ESCRIBIDORES



Quizá porque escuchan  con la piel; 
quizá porque miran cuidadosamente   con las  manos, 
porque nacieron con los ojos abiertos a la noche;
quizá porque su alma es  más  vieja  que  las montañas ,
quizá porque conocen el nombre verdadero de cada río,
porque reconocen  la   tristeza del mundo  en el gemido del viento,
y el dolor profundo e intempestivo  en el océano gris y encabritado;
quizá porque  intuyen desde niños el secreto inasible  de la vida
que se les escurre por los dedos, por los ojos, por el sueño.
Quizá por eso  ven lo nadie ve.
Quizá por eso nos ven como nadie nos ve.
Escuchan nuestro  dolorido silencio
Saben de los deseos esquivos
de los senderos  inconclusos
de las palabras heridas  de muertes prematura
Escuchan ese  vacío de voz, de palabras, de susurros, de gemidos (cuanto llanto silencioso nos rodea);
Nos miran vacíos de brazos,  dedos, uñas (sin abrazos, sin caricias, sin rasguños );
ciegos, sordos, mudos, mancos.
Miran incontables hombres y mujeres que deambulan sin tocarse
sin mirarse, sin...
El miedo es nuestro nombre, la soledad es nuestro rostro, la fugacidad es nuestro tiempo.
Cierto, hace rato que no vemos, que no escuchamos, que no palpamos.
Así nos ven.
Porque ven a través de nosotros.
Este es el signo del  tiempo y los tiempos: nuestra  soledad, nuestra  angustiante y silenciosas soledad.
Hombres y mujeres que hemos olvidado  nombre,  origen,  raíz,  esencia.
Pero  están ellos
 los que nacieron con los ojos abiertos a la noche,
los que tienen el alma tan vieja como las montañas,
los que tocan lo inasible, lo que miran en la oscuridad.

Su pluma es el verbo que da vida.
Escribidores que  nos muestran con sus palabras
aquello en que nos hemos convertido,
palabradores que  reflejan aquello que (de nosotros, del mundo, de la vida y de la muerte)
 hemos olvidado.
 Generosos del corazón, nos muestran
 aquello de lo que estamos hechos todos:
Escriben:
 somos aire, y árbol, y bosque, y nube, y roca, y arena , y oleaje, y espuma, y trueno, y bruma…
y ojos, y brazos, y bocas, y lenguas, y palabras, y caricias, y aullidos, y canto, y herencia, y descendencia.
Escribidores que nos  invitan a que  veamos más allá de la máscara,
a ponernos frente a  aquello en  lo que nos hemos convertido,
 a recordar lo que hemos olvidado, a mirar de cerca  con cada mano,

 a acariciar cada palabra que flota en el silencio. 

1 comentario:

Patty Roa dijo...

Muy bello !!!