Quizá
porque escuchan con la piel;
quizá porque
miran cuidadosamente con las manos,
porque
nacieron con los ojos abiertos a la noche;
quizá
porque su alma es más vieja
que las montañas ,
quizá porque
conocen el nombre verdadero de cada río,
porque
reconocen la tristeza del mundo en el gemido del viento,
y el dolor
profundo e intempestivo en el océano
gris y encabritado;
quizá
porque intuyen desde niños el secreto
inasible de la vida
que se les
escurre por los dedos, por los ojos, por el sueño.
Quizá por
eso ven lo nadie ve.
Quizá por eso nos ven
como nadie nos ve.
Escuchan nuestro dolorido silencio
Saben de los deseos
esquivos
de los senderos inconclusos
de las palabras heridas de muertes prematura
Escuchan ese vacío de voz, de palabras, de susurros, de
gemidos (cuanto llanto silencioso nos rodea);
Nos miran vacíos de brazos, dedos, uñas (sin abrazos, sin caricias, sin
rasguños );
ciegos, sordos, mudos,
mancos.
Miran incontables
hombres y mujeres que deambulan sin tocarse
sin mirarse, sin...
El miedo es nuestro
nombre, la soledad es nuestro rostro, la fugacidad es nuestro tiempo.
Cierto, hace rato que no
vemos, que no escuchamos, que no palpamos.
Así nos ven.
Porque ven a través de
nosotros.
Este es el signo del tiempo y los tiempos: nuestra soledad, nuestra angustiante y silenciosas soledad.
Hombres y mujeres que
hemos olvidado nombre, origen, raíz, esencia.
Pero están ellos
los que nacieron con los ojos
abiertos a la noche,
los que tienen el alma tan vieja como las montañas,
los que tocan lo
inasible, lo que miran en la oscuridad.
Su pluma es el verbo que
da vida.
Escribidores que nos muestran con sus palabras
aquello en que nos hemos
convertido,
palabradores que reflejan aquello que (de nosotros, del mundo,
de la vida y de la muerte)
hemos olvidado.
Generosos del corazón, nos muestran
aquello de lo que estamos hechos todos:
Escriben:
somos aire, y árbol, y bosque, y nube, y roca,
y arena , y oleaje, y espuma, y trueno, y bruma…
y ojos, y brazos, y
bocas, y lenguas, y palabras, y caricias, y aullidos, y canto, y herencia, y
descendencia.
Escribidores que
nos invitan a que veamos más allá de la máscara,
a ponernos frente a aquello en lo que nos hemos convertido,
a recordar lo que hemos olvidado, a mirar de
cerca con cada mano,
a acariciar cada palabra que flota en el
silencio.
1 comentario:
Muy bello !!!
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