viernes, abril 07, 2006

CRONICADELABSURDO

Domingo, 2 de abril. En el modelo ( económico y político ) neoliberal, el Estado empequeñece ante el poder económico. Se vuelve , por decirlo de alguna manera , en el regulador ( y esto, en el mejor de los casos ) de un proceso económico cuyas decisiones fundamentales, sus directrices de crecimiento, están en manos de otros: de los dueños del dinero, vamos, del capital. Es así de simple. El dinero manda ; ejerce su poder sobre ciudadanos, instituciones, sectores de producción, poderes políticos. No importa si el dinero viene de la delincuencia organizada de consorcios privados. El dinero es el dinero y este, impone ( o dicta a quiénes las escriben ) las reglas . Debo aclarar , que no es mi costumbre hablar de temas que no domino.
De este modo tengo que decir que de la llamada “Ley Televisa” , solo tengo la referencia de analistas, comunicólogos, académicos en cuyas opiniones confío y de sus argumentos orales y escritos , es que me formado un criterio inicial.

No, no me sorprende que el poder legislativo ( esto del poder habría que matizarlo bajo las luces del neoliberalismo) se someta al verdadero poder, que representa el capital. No me sorprende el deseo de las televisoras de incrementar su influencia comercial, sus consiguientes ganancias, su deseo de mantener e incrementar su poder ( económico y de influencia ) más allá no solo del sexenio, sino de esta generación.
Sé que los nacionalismo no están de moda , que son cosa de un pasado olvidado ( salvo cuando suponemos conjuras extranjeras contra la “ soberanía “ y nos sale el niño héroe que llevamos dentro), y que podríamos ponernos nacionalistas para defender a la nación contra el Fobaproa, el Pemexgate, y ahora una ley que mantiene ( según mis expertos de opinión) y garantiza el monopolio en los medios de comunicación por las siguientes décadas. No, no me sorprende. Ante el avance de programas televisivos vanales, frívolos , superficiales; ante el mantenimiento de proyectos televisivos que se basan en la manipulación de la emoción social , que han llevado al periodismo a convertirse en una palanca para incrementar el raiting. Después de la Chapoy, de Adal Ramones, de Facundo, de la carencia de imaginación de las televisoras que no hacen sino copiarse descaradamente una a la otra ( en programas , proyectos, estilos ), de su constante hipocresía ( hay que oirlos hablar de la democracia, del respeto al ciudadano, de la defensa de la verdad , de la televisión con valor ), de su engaño permanente al ciudadano espectador, poco , si no es que nada me sorprende.
Tengo cincuenta años, cuando nací , el PRI , ya estaba ahí. Ahora parece que solo cambiamos de dictadura. De la política ( que repartía el poder económico de manera discrecional ), a la económica ( que otorga el poder político de manera discrecional).
A ver que día de estos, de veras vivimos la libertad.
No será hoy , ni hoy, ni hoy.

adolfomoralesmoncada

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