lunes, junio 06, 2011

ME ACORDE DE TI

Un sábado estaba viendo el fut bol
Juagaba el barza , y Messi anotó a pase
de Iniesta, un gol de esos que se ven poco,
y me acordé de cuando jugaba de niño
con mis amigos coladeritas frente a mi casa
y había una niña que se asomaba por su ventana
y nos veía jugar,
y entonces todos jugábamos ( o tratábamos de jugar)
un poco o un mucho mejor,
por que ella nos miraba;
entonces, pensando en la calle donde jugaba de niño
me acordé de ti.
Otra tarde estaba en un mercado
buscando café de Chiapas , o de Veracruz, y si no hubiera
pues de plano de Oaxaca, y de pronto miré a una mujer
cuyo cabello caía plácido por su espalda, su figura me remontó …
y pensé…
¿uyy, será ella?
de pronto dejé de pensar en el café (y en todo lo demás).
Entonces la mujer – que no eras tú - se dio vuelta y pasó de largo frente a mi.
Yo entonces volví a pensar en el café, pero antes,
me acordé de ti.
Otra vez
Estaba leyendo algunas cosas que había escrito
no se si hace dos, ó tres, ó más años
me encontré con un texto que había olvidado
y me preguntaba; ¿ yo escribí esto?
¿y cuándo lo escribí, y por que?
La verdad, no me acordé.
El texto hablaba del encuentro inesperado
de una pareja, en una noche oscura,
de lo que se dijeron, de que callaron
de lo que sus cuerpos, hasta ese momento inéditos,
provocaron o permitieron.
Pero, no, no descubrí el origen de esa historia,
pero antes de guardarla en medio de otras historias,
cuyo origen puede ser igual de desconocido,
me acordé de ti.
También recuerdo una noche, saliendo del trabajo;
La noche era fría y los fríos no se me dan.
Tengo que usar bufanda y guantes y gorro
Y parece que estoy en Chicago, o en Alaska , y no en Tijuana.
Miré el cielo inalcanzable cobijado por nubes
de diferentes tonos de grises.
Una de ellas parecía un continente, como África,
que navegara sobre un océano de profundidad insondable.
Recuerdo que era tanto el frío que dejando de lado
el continente y su viaje
apuré el camino hasta el carro.
ya dentro me sobé las manos y los brazos para entibiarlos,
entonces, poco a poco me sentí mejor,
y no se por qué,
en el momento que la tibieza que me abrazaba
me acordé de ti.
Otra día me compré un helado de fresa y me acordé de ti
Una vez me estaba amarrando los zapatos y me acordé de ti
Una tarde me estaba mirando las manos y me acordé de ti
una vez tenia comezón en la espalda
Otra noche escuché una canción en la voz tersa de una mujer
me acordé de ti
Ayer fui a una cena donde tu estabas,
Te saludé, y me dijiste que como estas,
y yo pues bien, y me acordé de Messi, y de la niña en la ventana
y de la nube y del niño jugando futbol en la calle y
de las noches frías, y de mis manos,
y te iba de decir algo más, pero alguien te llamó,
y luego la cena, y el luego los postres,
y luego, te fuiste.
Ayer en la noche, bueno, creo que era de madrugada,
desperté, miré el cielo y era impenetrablemente oscuro, y me acordé de ti.

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