lunes, junio 27, 2011

El tiempo viene contigo

El tiempo que viene, viene contigo.


En mi presente no estas, ( eventualmente haces cosas, vas a lugares, caminas a donde yo no me encuentro) y ante tu ausencia, mi presente – este tiempo que parece inagotable, nada vale, es como si estuviera detenido, es un paréntesis , es un silencio, es la inmisericorde quietud, se que la vida es movimiento- espero entonces el regreso del tiempo, el cierre del paréntesis, el agotamiento del silencio, el movimiento del que esta hecha la vida. Espero tu regreso.



En tu ausencia, uno imagina la calle por donde llegaras, la silla donde te encontrare, tu mirada cuando te mire,, tu mano cuando te toque.

Sé que te veré, así que preveo el futuro , me imagino sentado en el café donde te espero ,mirando hacia la puerta en el momento justo en que tu figura se recorta del vacío. Es indudable que eres tú. Aunque sólo es una sombra, adivino la exactitud de la correspondencia con tu cuerpo. La sombra recortada del espacio se aproxima lentamente, hasta que se trasforma en el cuerpo añorado, en ese cuerpo que extraño junto a mi. Adivino tu mano, y mi mano se acerca para hacer tangible el deseo fantasmal. Me miras mirándote y te miro mirándome ( ese solo momento vale la espera). No importa cuando haya esperado, - por ti- cada vez que llegas, todo se resuelve en un instante, el tiempo que me toma estar consciente de tu presencia.



Extrañarte es arduo, debo confesarte que no estoy hecho para eso.

Porque el mundo se diluye ante la desaparición, tu desaparición. Tratar de mantener la congruencia, la el orden, la estabilidad del mundo, me cansa, es una tarea que me sobrepasa. No es sencillo mantener vigentes las calles, los automóviles circulando en cierto orden, los edificios sostenidos desde sus cimientos, el aire en su movimiento, las personas haciendo ( lo que sea que hagan). Es mejor cuando tu estás. El mundo sigue su marcha sin necesidad de que yo lo sostenga.



Pero si uno desea tan poco, un toque descuidado de uno de tus dedos, de tu mano, saber ( por el aroma que te delata, que has llegado), una probadita de tu labio ( será mucho pedir?)

El caso es que ser feliz no es tan difícil. Cierto, cada dosis de felicidad duro poco – el roce de tus dedos, una breve caricia, un beso , ¿Mil besos?, pero si uno se conforma con dos o tres en fin ; pero vaya, ser feliz, de tiempo en tiempo, alguna que otra tarde, es más, mucho más de lo puedo desear.

Tu belleza es dolorosa para mis manos.

Y para mis labios , y mis ojos. Belleza inasible, inalcanzable.

Mis manos nunca te alcanzarán. No importa cuanto te acaricien, te recorran, te abracen. Tu piel siempre será un misterio insondable, una zarza ardiente.

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