domingo, septiembre 16, 2012

Eternidad


No puedo amarte sino empecinadamente, contra el orden natural de las cosas, contra el discurrir del tiempo, contra  el dictado de la historia, contra el instante. No puedo amarte sin luchar contra lo efímero, lo fugaz , lo perecedero, lo momentáneo. Amarte es de suyo, empecinarme contra la vida y sus dictados. Mi  amor, mi empecinado y terco amor tiene que significar algo más (sé de sobra que mi terquedad – como  lo es mi amarte- es ridícula, imposible, incauta) que no es sino una faceta más de mi guerra contra la muerte, contra el destino, contra el cosmos que se expande hasta el cansancio. Desde que te amo, cada beso es un reto imposible, de futuro improbable. ¿De dónde este empecinamiento porque cada beso – o uno solo,  dure  la – o una eternidad ?  ¿ de dónde proponerme que  una palabra nacida de tus labios, se cuele en el continuum ?

En una de estas amarte es una forma de suponer que hay algo que me conecta con lo eterno; que hay algo nacido de mí que va más, mucho más allá de todas las fugacidades que me rodean, de todos los objetos efímeros que me circundan,  de  las inutilidades que en ocasiones digo o hago o pienso.

Quizá amarte,  no sólo es lo mejor que puedo hacer para trascender, en una de estas,  es lo único que puedo hacer para que mi  vida me sobreviva.

Uno piensa  que amarte sobrepasa el tiempo  y que   todo empequeñece  frente al amor que siente. Mi amor por ti debe durar más que   la guerra de 100 años, que la formación de una estrella roja, el nacimiento de una cordillera, la formación de los mares, que la vida de Andrómeda .

 Empecinadamente uno dice, uno se empeña, confía  en  que su amor  permanezca , que de geste a sí mismo, que cada palabra ( aun simples, sí,  ven ,  voy, tu ) sea un eco  que resuene encada roca, que un gesto ( y su recuerdo)  dure lo incontable.

¿De tiempo en tiempo me pregunto si así será ?  si esta lucha contra el tiempo es verosímil. ¿ Habrá manera de saberlo? Hombre, como saberlo,  no, no lo sé.

 En realidad son  muy pocas las cosas que verdaderamente se saben. Ese es el caso, la vida de pronto parece tan corta, un suspiro. No hay tiempo de descubrir si no algunas cosas que valgan la pena . ¿ Qué se puede saber de ella?.  

Reconozcámoslo son   inconcebiblemente  más las cosas que no sabemos, por la vida es inmisericordemente  corta.

No, no sé si mis caricias durarán más que mis manos o mis besos más que mis labios.

Pero esto es lo que mi amor pretende. Retar al tiempo, al movimiento de los astros, al ciclo de la Luna, a la existencia de las constelaciones, a la vida del sol.

Sólo eso.

  Este amor no quiere otra cosa que la inmortalidad.

 

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