1.1
Nacemos
indefensos e inconscientes. No tenemos ni idea de la vida a la que
llegamos, ni de las personas con quienes vivimos. Tardé mucho tiempo en conocer
y entender al hombre y la mujer que eran mis padres. Pude relativamente pronto identificar sus
rostros, sus voces, saber sus nombres;
más tiempo, sus gustos, sus preferencias, lo que querían, lo que esperaban de
mí. En mi infancia, mi mundo era del tamaño de mi casa, de mi calle. Vivía en
una suerte de isla, y de tiempo en tiempo viajaba a otras islas, que eran las
calles, las casas donde vivían mis
abuelas, mis primos. No imaginaba el tamaño de la ciudad, del país, del mundo.
Qué poco sabía del lugar a donde había nacido, de las personas que me
rodeaban.
Mi cariño y admiración por ellas se fue gestando poco a poco, día tras
día, a punta de gestos.
Con
el tiempo llegué a saberme nieto de un trompetista, hijo de un atlantista profesional,
heredero del adn artístico de la familia de mi mamá, hermano mayor de tres
hermanos; el primo extraño al que le gustaba leer.
2.- Mi abuelo materno, Juan Benjamín Moncada, era
trompetista.
Decían mis tías que en su tiempo de gloria habría tocado a mediados del siglo pasado con
las orquestas de Luis Arcarás y Juan S.
Garrido- mucho swing, mucho bolero, mucho ritmo y cadencia, dentro y fuera de
casa-.
Nunca supe mucho de mis bisabuelos. Pero era un hecho que
Juan Benjamín y sus hermanos Luis y Carmen eran poseedores del ADN Moncada que
los conectaba con el arte. Mi abuelo, trompetista, Carmen, bailarina y cantante,
y de Luis se decía que era patriarca de una dinastía de escritores, poetas y
periodistas. De esta triada de hermanos crecería una dinastía Moncada de pianistas,
escritores, cellistas, danzantes y poetas.
Cabe decir que a mi abuelo lo conocí de oídas (siguiendo de cerca las historias que urdían mi abuela y sus hijos) y por unas cuantas fotografías que mi abuela conservaba, como su mayor herencia amorosa. Pero de esas historias es indudable que surgió, mucho tiempo después, mi gusto por la música de trompeta (Herb Alpert y Miles Davis), el saxofón ( John Coltrane, Stan Getz, Paul Desmond y Charlie Parker), aunque finalmente solo aprendí a tocar la guitarra, el piano y el bajo. De lo que hice con ellos, es material de otras historias.
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